"Broken Flowers", de Jim Jarmsch, dura 105 minutos pero no se podía contar en menos tiempo. Si durara menos no sería "Broken Flowers", de Jim Jarmusch; cada plano tiene su porqué (intrascendencia del paso del tiempo, la vida es lo que pasa a tu alrededor, etc, etc.). Nada que objetar pues a la duración del film, en absoluto aburrido. Luego es obvio que tiene dos pilares: la sucesión de delirantes excentricidades del viaje de Don, y la cara de Murray. Lo primero, el guión, es muy curioso, aunque un cúmulo de excentricidades no componen una obra trascendental. El segundo pilar es el rostro de un hombre maduro que comprueba el vacío de su presente y la inexistencia de su pasado. Aquí sí; un maravilloso Murray transmite con mucho acierto el cambio emocional de un tipo sin emociones. Acabada la película, queda entonces el auto-veredicto: ¿Me ha gustado?¿Es genial?¿Es una bobada? Si ud. comprueba, como yo, que lo que más le ha interesado de esta "compleja obra" que esconde "una gran filosofía" es el divertido personaje del vecino, es que entonces ha visto una curiosa comedia con una buena idea y un singular modo de contarla, una obra maestra.