POR ALEJANDRO JOZAMI
Explicar un filme de Hitchcock no es difícil, sino complicado. ¿Cómo hacerlo sin dar demasiados detalles y que la gente la comprenda?

Aquí va un intento. Para eso vamos a comenzar hablando de la historia de la película, tratando de no develar sus secretos, los máximos atractivos de ésta.

Scottie Ferguson (James Stewart) es un detective que descubre de casualidad que sufre de acrofobia, al quedar colgado de un techo en plena ciudad de San Francisco, mientras realiza una persecución a un maleante. Esto no es todo, un compañero intenta ayudarlo estirándole la mano, pero debido a su miedo Scottie provoca por accidente que éste muera cayendo al vacio.

Mientras es licenciado de la fuerza de seguridad, e intenta reponerse del accidente sufrido, Scottie es contratado por un viejo amigo, quien quiere que siga a su esposa "Madeleine" (Kim Novak), la que tiene un raro trastorno, cree estar poseída por el espíritu de su bisabuela "Carlotta Valdés". Su marido quiere evitar que, como su antepasado, la mujer, termine suicidándose.

Poco a poco el detective se va enamorando perdidamente de la bella dama. Al tiempo inician un caluroso romance, pero por culpa del vértigo nuevamente, Scottie no podrá salvar del suicidio a su amada mujer.

Esto no termina aquí, es más, ni siquiera comienza. Pasado un tiempo de este ultimo funesto episodio, el personaje interpretado por Stewart, se cruza en la calle con una mujer, "Judy" (segundo personaje que interpreta Kim Novak en la película), idéntica a la fallecida, y luego de conocerla, hace todo lo posible por convertirla en su amor perdido. El final, para arañar la butaca, solo lo conocerán aquellos que vayan a ver el filme, o que ya lo hayan visto.

En sí, vértigo es un policial, una película de suspenso usada para maquillar la historia de un hombre desesperado pos su soledad, por recuperar a su amada, a su compañía.

El tema obsesivo de Hitchcock con la muerte, se repite aquí nuevamente, al punto de llegar a poder interpretarse como una relación de necrofilia la que mantiene "Scottie con Judy" (quien para él es "Madeleine" resucitada).

Las imágenes que logra el director de Novak, son magistrales para poder ilustrar el hecho necrofílico, en varias escenas en las que Judy aparece como si su piel fuera la de un cadáver.

Scottie intenta forjar la imagen de su amada muerta, en el parecido de Judy con esta, haciéndola vestirse, peinarse y hacerla actuar como si de Madeleine se tratara.

El "Vértigo" no solo es el título del filme, también representa la sensación que siente el espectador mientras observa el filme. Llegado a determinado punto de la narración, la persona sentada en su butaca puede sentir que la sensación de vértigo que le ha producido la cinta desaparece, pero inmediatamente ocurre algún suceso que no permite recuperarnos de la primera sensación anterior, para sumergirnos nuevamente en el mareo narrativo y shockeante que Hitchcock ofrece a su espectador, como si la película fuera una montaña rusa de emociones, una tras otra.

Así durante varias instancias del filme en los que creemos estar seguros de lo que vemos, gracias a una sacudida casi eléctrica generada voluntariamente por parte del director, el espectador se encuentra nuevamente en la cornisa de un edificio junto con el personaje de Stewart, sintiendo su mismo pánico, hasta el genial final de la cinta, en el que todo lo que hemos venido viendo tiene un punto final y de cierre, las gracias se las tenemos que dar al poder narrativo de un maestro como Hitchcock.