Si “Loca Por Las Compras” fuera el postre para una comida en la casa de mi suegra, la receta para elaborarlo sería la segura, esa que por ninguna cuestión puede fallar.

El filme de P.J. Hogan apuesta a lo seguro, en ningún momento se arriesga, no intenta nunca salirse del libreto. Se trata de una típica comedia estadounidense, con momentos muy graciosos, en base a sus gags, lo mejor del film, ya que hacen posible robarle al espectador un par de sonrisas.

La película recrea muy de cerca el ambiente que se veía en “El Diablo Se Viste a la Moda”, pero demasiado alejado de su nivel. Una compradora compulsiva, con sueños de escribir en una famosa revista de moda, comienza a redactar una columna de concejos económicos para la mujer. Enredos más, enredos menos, la periodista tiene éxito y resalta con las publicaciones. Otra vez, como ya nos tiene acostumbrado el cine de Hollywood, el Happy end llega, pero siempre con unos cuantos problemas que se deben resolver antes.

Como dije en un principio, la película no muestra nada nuevo y no se arriesga en nada, pero con seguridad puede resultar una buena opción para salir de su casa el fin de semana, pasar por el cine, comerse unos buenos pochoclos, contentar a su mujer con algo que seguramente disfrutara por su tono rosa y sin complicaciones.

Advertencia: Si lo que busca es cine intelectual o de ideas profundas, por favor aléjese de la sala donde proyectan “Loca Por Las Compras”, esta es una película sobre mujeres y hecha para ellas, pero el hecho de que John Goodman tenga un papel en la cinta paga la entrada.

Lic. Alejandro Jozami